Deity

Deity, según sus desarrolladores, es un juego de acción y sigilo con una mecánica única, cuya principal fuente de inspiración son títulos de la talla de Diablo, Torchlight o Batman: Arkham Asylum. ¿Pero de qué va entonces exactamente?

En Deity nuestro papel es el de un misteriosa deidad demoniaca púrpura, cuyo mundo está siendo atacado por criaturas celestiales con ganas de no dejar un ente maligno con vida. Por desgracia para ellos, nosotros manejaremos a ese demonio, cuyas habilidades nos permitirán acabar con todos ellos haciendo uso del sigilo y la oscuridad. Y es que nuestro maligno protagonista no es especialmente hábil en el combate directo, por lo que tendremos que recurrir a su habilidad de acabar con los enemigos desprevenidos desde la seguridad de las sombras.

El apartado gráfico está muy conseguido y tiene un mérito especial, ya que absolutamente todo, motor incluido, ha sido creado desde cero para el juego. El juego que dan las sombras y los efectos de luces está muy bien recreado, y los modelos de los personajes, aunque algo simples, dan la talla.

Deity es excepcionalmente corto, pudiendo terminarse fácilmente en una sentada. No obstante, el objetivo de sus desarrolladores no era crear una experiencia larga, sino transmitir la mecánica jugable sin más. Y en ese aspecto han conseguido su objetivo. Deity es una chuchería que se acaba rápido, pero una chuchería deliciosa al fin y al cabo.